Bucaramanga, Colombia, Octubre 01 de 2013.
“Grande eres Tu, Oh Señor, digno de alabanza … Tu nos has creado para Ti, Oh Señor,
y nuestros corazones estarán errantes
hasta que descansen en Ti”
(Confesiones, Capítulo 1, San Agustín)
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Marthica y Luis Carlos en Arequipa, Perú |
Queridos Matrimonios y Familias de America Latina,
Apreciados esposos, familias y sacerdotes,
Como bien es sabido todos los años el PRIMER DOMINGO del mes de Octubre, nos
reunimos y unimos a celebrar el DIA LATINOAMERICANO del Movimiento Familiar
Cristiano - MFC, compartiendo la misma fe, llevando a apreciar el carisma del otro y a
reconocerse dentro del único "edificio espiritual" (1 Pe 2,5) que, teniendo como piedra
angular al mismo Cristo Jesús, crece bien ordenado para ser templo, educando en valores
para formar a nuestros hijos, con el propósito de que juntos celebremos la vida y en el
futuro tengamos familias y comunidades donándose para en el bien comunitario y no
para vivir en el egoísmo y el orgullo que tanto esta arruinando y destruyendo familias y
comunidades enteras.
Gracias, por tanto, por su entrega valerosa en la lucha por las familias, por la defensa de
los que no tienen voz, por su coherencia y testimonio, es que son tantas cosas para darle
gracias a Dios por Ustedes, sabemos que todos entendemos el compromiso que
adquirimos al querer con libertad optar por este modo de vivir nuestra alianza del
matrimonio, pues este servicio que se convierte en un misterio de consagración nos da la
posibilidad de involucrarnos en la economía de la salvación de la humanidad.
Por lo anterior, queremos exhortarlos que unidos en la celebración del DIA
LATINOAMERICANO DEL MFC, le demos gracias a DIOS Nuestro Señor, con la
celebración de la Santa Misa en familia, los invitamos también a compartir actividades de
integración, en donde la comunidad en general pueda participar y observar, como
nuestras vidas han sido transformadas por la acción del Espíritu Santo, a través del MFC.
Que en la Diócesis de nuestros países en donde hacemos presencia, el MFC se sienta,
busquemos no el figurar, pero si por nuestro trabajo perseverante busquemos el
reconocimiento de nuestros jerarcas de la Iglesia Particular de cada región, teniendo en
cuenta el enorme potencial que tiene el MFC a través de su membresía, pues nuestro
MFC es dinámico, profético y discierne sobre los signos de los tiempos, buscando
rescatar a miles de familias que se encuentran en desolación.
Expresa su Santidad Francisco: Cuando Jesús ascendió al cielo, no nos dejó huérfanos,
sino con el don del Espíritu Santo, la unión con Él se ha vuelto aún más intensa. El
Concilio Vaticano II afirma que Jesús "comunicando su Espíritu, constituye místicamente
como su cuerpo a sus hermanos, llamados de todos los pueblos" (Constitución
Dogmática. Lumen Gentium, 7).
Queridos hermanos y hermanas, estemos unidos a Jesús, confiemos en Él, orientemos
nuestra vida según el Evangelio, alimentémonos con la oración cotidiana, la escucha de la
Palabra de Dios, la participación en los sacramentos. San Pablo dice que como los
miembros del cuerpo humano, aunque diferentes y numerosos, forman un solo cuerpo, así
nosotros fuimos todos bautizados mediante un solo Espíritu en un solo cuerpo (cf. 1 Cor
12:12-13). En la MFC, por lo tanto, hay una gran variedad, una diversidad de tareas y
funciones; no hay la monótona uniformidad, sino la riqueza de los dones que el Espíritu
Santo otorga. Pero hay la comunión y la unidad: todos estamos en relación unos con otros
y todos participamos en la formación de un solo cuerpo vital, profundamente unido a
Cristo.
Dice también Francisco: Ser parte de la Iglesia quiere decir estar unidos a Cristo y recibir
de Él la vida divina que nos hace vivir como cristianos, significa permanecer unidos al
Papa y a los Obispos que son instrumentos de unidad y de comunión, y también significa
aprender a superar personalismos y divisiones, entenderse mejor, armonizar la
variedad y las riquezas de cada uno; en una palabra: a querer más a Dios y a las
personas que están junto a nosotros, en la familia, en la parroquia, en las
asociaciones. ¡Cuerpo y extremidades para vivir deben estar unidos! La unidad es
superior a los conflictos, siempre.
Los conflictos, si no se superan bien, nos separan de Dios. El conflicto puede ayudarnos a
crecer, pero también nos puede dividir. Nosotros no vamos por el camino de las
divisiones, de la lucha entre nosotros, ¡no! Todos unidos, todos unidos con nuestras
diferencias, pero unidos, unidos siempre, ¡que ese es el camino de Jesús!
La unidad es superior a los conflictos, la unidad es una gracia que debemos pedir al
Señor para que nos salve de las tentaciones, de las divisiones, de las luchas entre
nosotros y del egoísmo. Nunca chismes sobre los otros: nunca. ¡Cuánto daño causa a
la Iglesia las divisiones entre los cristianos, los partidismos!
Pero tenemos que orar entre nosotros, orar para que el Señor nos dé la unidad: ¡la unidad
entre nosotros! Pero, como tendremos la unidad, si no somos capaces de tenerla en la
familia -¡cuántas familias luchan y se dividen! Busquemos la unidad que es la unidad que
hace la Iglesia y la unidad que viene de Jesucristo. Él nos envía el Espíritu Santo para
hacer la unidad.
Queridos hermanos y hermanas, pidamos a Dios como nos enseña S.S. Francisco:
“Ayúdanos a ser miembros del Cuerpo de la Iglesia siempre profundamente unidos a
Cristo; ayúdanos a no hacer sufrir el Cuerpo de la Iglesia con nuestros conflictos,
nuestras divisiones, nuestros egoísmos; ayúdanos a ser miembros vivos vinculados
entre sí por una sola fuerza, la del amor, que el Espíritu Santo derrama en nuestros
corazones (cf. Rom 5,5).
Por tanto, que no parezcamos unidos, si no que realmente estemos unidos y seamos uno
solo en América Latina y el Caribe, para el bien de nuestras familias y de este organismo
que ha sido una inspiración del Espíritu Santo.
El Papa Francisco dijo que el diablo trata de crear una guerra civil interna en el
Vaticano, en la iglesia, “que no se hace con las armas, se hace con la lengua”. El
enemigo propicia la maldad que ha resumido Francisco: “Digo así, para todos, también
para mí, para todos”, porque “es una tentación que al diablo le gusta mucho: aquella
contra la unidad, cuando las insidias van contra la unidad de que los que viven y trabajan
en el Vaticano”. También en el MFC debemos cuidarnos de esta tentación.
Por lo tanto los exhortamos a celebrar con ENTUSIASMO ALEGRE Y GENEROSO,
como reza nuestro Himno Latinoamericano, este hermoso acontecimiento del DIA
LATINOAMERICANO DEL MFC, y que en toda la tierra se escuche nuestro HIMNO,
cuando lo entonemos el 6 de Octubre de 2013.
Queridos amigos, los confiamos a todos a la protección de María Madre de Dios. Que la
mirada materna de la Madre acompañe también nuestros pasos en la santidad hacia un
puerto de paz.
En el Amor de Cristo nos despedimos fraternalmente,
MARTHICA Y LUIS CARLOS PINILLA
Presidentes MFC-LA
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