San José es un hombre de fe profunda e intensa. No sólo con fe en la mente, que cree en Dios, sino con una fe perfeccionada por el amor, con una fe completa, integral.
En él se ve cómo, abierto al Plan de Dios, aún no conociendo los misterios de Dios responde con toda firmeza y con toda radicalidad adhiriéndose a los misterios a él encomendados, y actúa coherentemente según lo que les es manifestado. Obviamente no comprende bien los misterios pero asiente confiadamente y responde con toda generosidad a la intervención providencial de Dios, cooperando con todo su ser, como le es solicitado.
Su respuesta es generosa, radical, amplia. Toda su conducta se funda en la fe, y en ella, como un crisol, se purifica y perfecciona su naturaleza humana.
San José responde al don de la fe cooperando con la gracia recibida y andando ejemplarmente por el sendero de la fe.
Preguntas para la reflexión:
1. ¿ Mi fe está abierta al plan de Dios?
2. ¿Cómo es mi respuesta a los requerimientos apostólicos de nuestro Señor? : ¿cobarde?¿incoherente?¿tibia? o es ¿radical? ¿firme?¿generosa?
3. ¿Actúo confiando en la providencia divina?
No hay comentarios:
Publicar un comentario