MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO CATÓLICO EN PERÚ

PIURA: SALVEMOS A LA FAMILIA

En el mundo actual se puede observar y percibir la dejadez por la responsabilidad en todas las dimensiones y roles de la sociedad.
La sociedad si bien se rige por muchos factores, uno de los más importantes debería de ser la Familia, y digo “debería” puesto que en el papel se escribe de todo, pero los propios estados hacen poco o nada para mejorar la calidad de vida de la familia y de sus miembros.
Hoy en día debemos afrontar una realidad de ver familias debilitadas para afrontar el día a día, por lo cual debemos aprender a ser resiliente con ideas, planes y estrategias que pueden ayudar a las familias contemporáneas.
Es importante proponer planes de acción para todo lo que hagamos en la vida, de manera especial cuando tratamos con nuestros hijos. Ciertamente que todo plan busca un objetivo en común y personal, y todo plan no siempre logra realizarse como se pensaba, ante esto surge una figura nueva, muy poco vista en nuestro entorno peruano, y me refiero al Consejero Familiar.
En la realidad no se vive y menos se tiene en cuenta con ellos para solucionar problemas o por lo menos encaminar una solución. Pero es de suma importancia que las familias, o mejor aún todos aquellos que piensan seriamente en formar una familia, consulten antes o durante matrimonio sobre posibles problemas que se presenta o presentarán más adelante.
El Consejero Familiar debe dejar clara la idea que los principales protagonistas del cambio en la familia son los propios miembros que la conforman, los hijos y los padres de familia, estos últimos como guías y monitoreadores de los planes de acciones que se propongan. No dejemos de ver que el entorno influye mucho en la formación de nuestros hijos, entorno conformado por la escuela y sus miembros, como son tutores, profesores, y compañeros, asimismo como el personal administrativo y de servicio, creando una fuerte corriente que muchas veces ayuda y en otras ocasiones no. Ante esto el Asesor Familiar nos presenta una “puerta de entrada” de cómo afrontar diferentes problemáticas, pero son los miembros de la familia, con la cabeza de sus padres, los que determinan cual plan asumirán. Todo plan debe tener un criterio personal de vida familiar que respeta la intimidad de los miembros de la familia, el cual no necesariamente se puede aplicar a todas las familias ya que somos únicos y tenemos semejanza en los problemas, pero no es el mismo problema. Lo que si debemos hacer es que todo lo debemos afrontar con AMOR y por AMOR buscando que nuestros hijos sean independientes, libres y felices.
He aquí la importancia de elegir un buen Consejero Familiar, el cual debe ser imparcial, pero amigo; directo pero firme; apoyo más que una persona que soluciona problemas; que escuche a todos, no solo a los padres; una persona que tenga cualidades profesionales idóneas. Muchas veces las familias equivocan al Consejero Familiar con el Guía Espiritual, el cual es importantísimo; pero cuidado, es muy diferente. Es importante que los Guías Espirituales sean personales y no necesariamente familiar, esto ayuda mucho cuando hay que ser imparcial.
En nuestra localidad, ¿es imposible encontrar un Consejero Familiar? La respuesta debe ser SI. En nuestro entorno es difícil encontrarlo, pero, contamos con muchos recursos diferentes para afrontar la problemática de la familia; contamos por ejemplos con Grupos eclesiales que se dedican al trabajo con la familia, por ejemplo MFC – Movimiento Familiar Cristiano Católico que cuenta con una organización en cuanto a lo formativo, buscando siempre la formación de comunidades que se apoyen mutuamente entre su miembros, a través del compartir temas de formación de índole humano, filosófico, teológico apoyados de la palabra de Dios; también comparten problemáticas que permiten ir interiorizando y conociendo más a cada miembro de la comunidad.
También existen otros grupos eclesiales, pero me he permitido mencionar a este grupo puesto que tengo una experiencia directa y muy asertiva para con mi persona y familia.
Pero Dios tiene muchos caminos para lograr mejorar la calidad de vida de la familias, solo espera una respuesta inteligente y libre que busca brindar amor a los demás, en este caso nuestra propia familia. La misma escritura lo dice: “que padre daría una víbora a su hijo cuando le pide pan…”
Les invito, como dice nuestro Santo Padre Francisco a “ser valiente” para salvar a la familia, como signo de crecimiento del amor de Dios

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